domingo, 29 de septiembre de 2019

Objetos melancólicos

Objetos melancólicos

En Sobre la fotografía de Susan Sontag

Más allá de considerar el surrealismo como un tema más, que forma parte del repertorio de obsesiones que pueda tener un fotógrafo en su búsqueda de la imagen, Sontag esta convencida de que el surrealismo es la médula de esta práctica, que hace un duplicado del mundo, de una realidad de segundo plano; una realidad más veraz que la vida misma al verse en perspectiva; tanto social como temporal. Aprueba el azar y el error en cuanto a su representación, más no en su capacidad de máquina que opera para mostrar la verdad. Con base a esa perspectiva se puede considerar a la vida como fragmentos de momentos melancólicos, donde su peso recae en el resultado de saberse capturados o no; la memoria se olvida pero la realidad (en papel o digital) perdura y se recuerda para extrañarse, para recordar que cierto hecho ocurrió, que algún sentimiento existió, que hubo historia. 
Somos presos de la historia fotográfica, nos clasificamos, nos coleccionamos, existimos a través de los otros, en si fuimos lo suficientemente ricos, exóticos o pobres para ser fotografiados. De haber pertenecido a uno de los dos extremos preferidos por el interés del lente. 
El hombre moderno se sabe presa de él mismo, se juzga y se ve a través del ojo ajeno y se esfuerza por ser digno de modelo representante de su época. Situación que se acrecenta más en el mundo globalizado, a comparación de la vida rural y relajada de alguna comunidad lejana, ésta última siempre presa de la primera: "la otra mitad". La realidad del pasado que confronta el presente y el presente real determinado por la unión de ambos tiempos. Todo se altera mutuamente. El tiempo se vuelve objeto de consumo. "La fotografía es el inventario de la mortalidad". Se busca tener dominio sobre la vida al situarse fuera de ella y contemplarla en su propio espacio de comfort. Tocar la vida convertida en objeto. Fantasear la realidad ajena y compararla con la propia en un mismo tiempo sin intentar comprenderla más que poseerla. 






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